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2019-11-10

Evolución de los dispositivos de almacenamiento.

Sin duda alguna todos hemos necesitado en algún momento guardar una imagen, un documento o cualquier tipo de archivo en un dispositivo de almacenamiento. De todos los productos que se han creado para alojar datos, existen varios sistemas que ya quedaron obsoletos o a eso se encaminan, mientras que los usuarios apuestan cada vez más a la nube.

¿Recuerdas los dispositivos que usabas hace décadas?

Breve historia
Las tarjetas perforadas fueron los primeros medios utilizados para ingresar información a una computadora en la década de 1960. Estaban hechas de cartulina con aberturas según el código binario. El método se usó hasta mediados de la década de 1970, cuando aparecieron las cintas magnéticas. Posteriormente, en los años 80 y 90, se popularizó el disquete, un soporte con un gran impacto en la sociedad por su practicidad y bajo costo.

Fue utilizado masivamente por los usuarios para distribuir software, transferir datos, almacenar información y crear pequeñas copias de seguridad. A pesar de sus ventajas, los disquetes eran un soporte vulnerable a la suciedad y a los campos magnéticos externos, problemas que otros productos posteriores lograron solucionar. Aún con los disquetes en auge, surgió una nueva tecnología que poco a poco los reemplazó: el CD. El formato estándar fue establecido en 1985 por Sony y Philips; muy pronto lo siguió el DVD con mayores capacidades. A comienzos de la primera década del siglo XXI hizo su gran entrada la memoria USB (o pendrive), un dispositivo que se conecta a un puerto USB y que utiliza memoria flash para guardar información digital. Las empresas IBM y Trek Technology fueron las primeras en vender unidades de memoria USB en el 2000. Gracias a su reducido tamaño, además de la facilidad con la que se puede acceder a la información, los pendrives gozan hoy de una inmensa popularidad. El siguiente gran paso fue el de los discos duros portátiles, capaces de almacenar una enorme cantidad de datos.

Fácilmente utilizables en cualquier computadora e ideales para respaldar grandes volúmenes de información, estos dispositivos aún tienen una desventaja: al igual que los discos duros tradicionales incluyen piezas móviles, que pueden ser afectadas por golpes o manejo brusco y generar fallos.

Adiós al soporte físico.
A pesar de la cantidad de dispositivos y soportes que surgieron a lo largo de los años, muchos de los cuales siguen coexistiendo, hay un método de almacenamiento que se ha establecido recientemente como el predilecto por su practicidad y su ventaja económica: la nube. Este modelo de almacenamiento de datos se basa en redes de computadoras a las que se puede acceder desde cualquier lugar, siempre y cuando se tenga conexión a internet. Servicios como DropBox, iCloud o Google Drive, entre otros, son algunos ejemplos. Con el almacenamiento en la nube, los soportes físicos de información parecerían tener los días contados.

El futuro
¿Logrará la nube suplantar a todos los dispositivos tangibles para almacenar datos? La pregunta es recurrente, aunque la muerte del disquete la habían anticipado muchos años atrás y duró muchos años más. Aún hoy hay empresas viejas que tienen disqueteras y todavía los pueden seguir usando; no es que hayan dejado de funcionar. Aunque la nube es aún un medio proclive a ser vulnerado y en este aspecto los dispositivos de almacenamiento físico todavía llevan la delantera pues otra ventaja de estos soportes es que se puede acceder a su contenido aun sin conexión a internet, mientras que la información en la nube depende totalmente de ella.

Y si bien las memorias USB han sido los dispositivos más utilizados en las últimas décadas las grandes empresas comienzan a hablar de avances increíbles en este rubro como discos duros con tecnología molecular y algunos prototipos inclusive con células humanas. En próximos blogs te hablaremos de esa tecnología. Por lo pronto no olvides que en Capital Office te ofrecemos soluciones documentales para el óptimo almacenamiento y tratamiento de información sensible de tu empresa.